Refuerza tu autodominio y lograrás tus objetivos
¿Qué te viene a la mente cuando escuchas el término autodominio? Quizás visualices a alguien tranquilo, concentrado y que no pierde el control. O quizás te vengan a la mete personas con su vida totalmente planificada y que deciden su propio futuro.
Y ahora analízate ¿Te caracterizas por esos rasgos habitualmente? ¿Sientes que tienes el control sobre tu carrera profesional y tu vida en general? o, como mucha otra gente, ¿Crees que deberías tener más control sobre tus acciones y emociones?
A continuación hablaremos sobre el autodominio y que estrategias hay para desarrollarlo.
¿QUÉ ES EL AUTODOMINIO?
Implica dominar tus emociones, impulsos y acciones, y es vital para alcanzar tus metas.
Su desarrollado confiere la capacidad de controlarte a ti mismo en cualquier situación y avanzar hacia tus metas y propósitos reales, adquiriendo la autodisciplina necesaria para hacer las cosas deliberadamente. Como ves, vale la pena invertir esfuerzo y tiempo en desarrollar el autodominio.
Piensa un momento, en aquellas personas que conoces, impulsivas y temerarias, que no tienen dominio alguno de sí mismos, que gritan a los demás cuando se enojan y dejan que sus emociones les controlen,. Son impredecibles y, por tanto, la gente los ve como poco confiables.
Por el contrario cuando demuestras dominio de ti mismo en el trabajo, demuestras a tus compañeros que posees de la fuerza interior y firmeza necesarios para desplegar un liderazgo eficaz, abriendo la puerta a distintas oportunidades done poner en práctica esta habilidad, que te convertirá en una persona más feliz y equilibrada.
¿CÓMO DESARROLLAR EL AUTODOMINIO?
El autodominio es un término amplio que abarca muchos aspectos, tanto de la vida personal como profesional. Desarrollar el autodominio puede significar trabajar en muchas de estas áreas.
- Objetivos
El autodominio comienza con la visión de cómo quieres que sea tu vida.
Aquellas personas con una alta autodisciplina saben a dónde quieren ir en la vida, y esa visión les da la fuerza para llegar hasta allí.
Por eso es clave comenzar con una visión clara de tus objetivos a corto y largo plazo, lo que quieres lograr en la vida. Aprende a establecer metas personales y adquiere el hábito de avanzar hacia esos objetivos día a día, con calma y confianza.
- Actitud y emoción
Tu actitud y emociones juegan un papel vital en el autodominio, que permite evitar ser controlado por las propias emociones.
Evita culparte a ti mismo cuando las cosas salgan mal. Trata de detener estos pensamientos, pues el autosabotaje es la forma más rápida y feroz de evitar alcanzar tu verdadero potencial. Al contrario, concéntrate en algo positivo cada día y se agradecido. Tener gratitud y actitud positiva marcarán la pauta para el resto del día, logrando motivarte y recuperar energía.
La reestructuración cognitiva también permite cambiar el pensamiento negativo. En primer lugar escribe la situación que causa tus pensamientos negativos. A continuación, escribe las emociones que sientes y describe los «pensamientos automáticos» mientras experimentas esas emociones. Luego, enumera la evidencia que respalda estos pensamientos negativos y la evidencia que los refuta. Finalmente, relata algunos pensamientos razonables, equilibrados y objetivos sobre la situación.
Gestionar y controlar tus emociones desarrollará tu inteligencia emocional. El autodominio nos hace más conscientes de los demás, buscando que nuestras emociones no afecten negativamente a otras personas.
- Fuerza de voluntad
¿Cuántas veces te has fijado una meta y, por una razón u otra, nunca la cumpliste?. Nos ha pasado a todos y quizás nos sentimos decepcionados por no haber logrado lo que queríamos.
La fuerza de voluntad es parte esencial del autodominio. Nos impulsa a actuar y avanzar hacia las metas, aunque nos sintamos asustados o nerviosos y debamos ser constantes durante semanas o meses.
Para aumentar tu fuerza de voluntad, es importante aprovisionarse de motivos, tanto racionales como emocionales, para lo que deseas lograr.
Para muchos de nosotros, la fuerza de voluntad llega en rachas y, a menudo, es más fuerte cuando decidimos hacer un cambio por primera vez. Por tanto, usemos ese impulso inicial de para cambiar nuestro entorno y respaldar todos los esfuerzos para alcanzar los objetivos definidos.
Por ejemplo, imagina que tu objetivo es mejorar tu confianza en ti mismo, especialmente en el trabajo. Al principio, cuando tu fuerza de voluntad sea fuerte, podrías concentrarte en cambiar el entorno en tu lugar de trabajo haciendo una lista de todo lo que afecta negativamente tu confianza. También puedes crear un plan para superar esos obstáculos y rodearte de afirmaciones positivas que te recuerden el objetivo.
- Enfoque
Mejorar el enfoque también es clave para el autodominio. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo pierdes durante tu jornada laboral?, ya sea navegando en redes sociales, hablando con compañeros de trabajo sobre el fin de semana, o tomando un café? ¿Qué podrías lograr si utilizaras todas las horas de las que dispones?
Para ser más productivos, debemos comenzar por entrenar la concentración. Al principio, es posible no puedes concentrarte en una tarea durante más de una hora, antes de que cansarte, entones, cuando ya empieces a distraerte, descansa unos minutos y realiza tareas de menor concentración. Posteriormente, intenta aumentar este tiempo a dos horas agregando 15 minutos de descanso. Esto te permitirá incrementar y fortalecer tu concentración.
Empieza por identificar tus metas profesionales y vitales. Mantén una actitud positiva durante y no permitas que tus emociones negativas te afecten o afecten a otras personas. Desarrolla tu fuerza de voluntad y capacidad de concentración, para avanzar hacia tus objetivos.
En conclusión, el autodominio requiere tiempo y trabajo duro, pero vale la pena el esfuerzo.
Rita González Fernández
